El pasado fin de semana Boca recibió a River en el Complejo Pedro Pompilio por la fecha 15 del torneo AFA Fútbol Femenino, en disputa estaba la punta del campeonato ya que se enfrentaban escolta y puntero.
En el primer tiempo llegaron todas las emociones del partido, dos goles xeneizes y un gol millonario que sería el resultado final del encuentro. En esta primera mitad, más allá de los goles, no se jugó bien o al menos no fue vistoso el partido, en cambio, fue friccionado y con mucha intensidad. Hubo poca situaciones de gol por cada lado donde el equipo de Meloni tuvo las ocasiones por las cuales marcaron los dos goles (uno fue de penal) y luego algunas aproximaciones más. Curril tuvo la oportunidad de convertir de media distancia pero su remate salió desviado.Tomando como referencia al rival que enfrentaba, el conjunto azul y oro jugó uno de los mejores partidos defensivamente hablando. El equipo dirigido por Reyes no tuvo muchas aproximaciones con peligro de gol, fueron jugadas que no llegaban a culminarse. De hecho; hasta en el mismo gol donde Birizamberri convierte, su remate sale desviado, rebota en una defensora xeneize y se cuelga de un ángulo donde Minnig no tuvo nada que hacer.
En el complemento el equipo visitante intentó, propulsó y dominó el partido en la mitad de la cancha pero sin tantas opciones de gol. Desaprovecharon las pelotas paradas que tuvieron a su favor y no dejaron jugar a Boca. Por el lado Xeneize, mantuvo la solidez defensiva ocupando bien los espacios pero sin tanta tenencia de balón, las laterales que en el primer tiempo tuvieron más proyección con recorrido en la segunda mitad fueron más de marca y contención. Esto definió un partido muy complicado para los dos equipos, el conjunto xeneize obtuvo tres puntos de oro que lo ubican como puntero del campeonato.
Y quedó demostrado que en un partido duro, trabado y complicado al que se le vio poco fútbol; Boca impuso su mística, su esencia y su perfume a sudor dejando todo por la camiseta y los colores.