Marcela Lesich: el adiós a una grande
Este 3 de octubre falleció la gran Lesich. Fue arquera, delegada y DT de las Gladiadoras.
En el día de ayer nos tocó compartir la noticia más triste: se nos fue Marcela Lesich. Marce fue jugadora, arquera específicamente, delegada y DT de las Gladiadoras por muchos años. En medio de la tristeza, queremos recordarla y homenajearla.
La ex DT xeneize luchaba hace unos meses contra el cáncer y ayer perdió la batalla. Sin embargo, su lucha más grande la ganó: la que dio por el fútbol femenino. Mujer pionera, defensora absoluta del fútbol femenino y también hincha de Boca hasta la médula. Una laburante dentro del deporte y fuera del deporte, su otro oficio era el de taxista.
Marcela se va, pero deja una huella imborrable. De los 24 títulos que tiene Boca Juniors en el fútbol femenino, Lesich fue partícipe de 20, ¡nada más y nada menos! Ya sea como arquera, como DT o como delegada, fue parte integral del éxito de las Gladiadoras. Justamente fue con ella en el banco con quien Boca dio su última vuelta, en la Supercopa en 2015 ante San Lorenzo. La foto principal que elegimos para ilustrar esa nota, que tomó Érica Bonanni, retrata ese momento: Marcela feliz abrazando a sus jugadoras por una nueva conquista.
Por su larga y exitosa trayectoria, a la entrenadora se la galardonó muchas veces, recibió varios premios Alumni, entre otros reconocimientos.
Ayer todos en el mundo Boca se hicieron eco de su fallecimiento. El hincha, principalmente, agradeciéndole y reconociéndole todo lo brindado, sus jugadoras y también algunos que hicieron la vista gorda durante su enfermedad y tratamiento.
Desde aquí deseamos que Boca como institución le rinda el homenaje debido. Por supuesto que en el partido de las Gladiadoras del domingo a las 11 ante Platense en el Pompilio se hará el más que merecido reconocimiento.
Por nuestra parte, solo queremos hacerle llegar en donde esté nuestro agradecimiento eterno, porque si este medio periodístico existe es porque cuando nos acercamos a cubrir a las Gladiadoras ella nos extendió su mano. ¡Hasta siempre, Marce!