Editorial

Sentido de pertenencia: las Gladiadoras

El retorno de las históricas y como impactó en el equipo. De esto y mucho más hablamos en esta nota.

Si buscamos qué significa el sentido de pertenencia, entre otras definiciones, aparece: «Es el agrado que tiene una persona de sentirse integrante de un grupo». Y nos preguntamos: ¿Por qué es importante el sentido de pertenencia? Porque es esencial para construir la identidad y la subjetividad de una persona o grupo.

Antes de empezar a contarles una parte importante de las Gladiadoras, quería que tuviéramos estas dos cosas en claro. No fue fácil llegar hasta acá. Fue una construcción de muchos años. Nada fue gratis para este grupo.

El equipo femenino de Boca salió campeón de liga luego de casi 8 años y 6 de la última vez que gritaron campeonas, en esa oportunidad fue la Supercopa femenina 2015. De ahí al 19 de enero 2021, pasó de todo. Hubo un gran recambio de jugadoras. Históricas tomando otros rumbos, grandes jugadoras pasando a ser Gladiadoras. La echan a Marcela y entra Melo como DT. El talento emigrando. Campeonatos perdidos como invictas, otros por algunos puntos perdidos en partidos importantes. Las Gladiadoras logrando ser visibles. El Club apoyando el proyecto, la presentación en sociedad, la Bombonera para ellas como partido preliminar. L@s hinchas llenando el Pompilio, gente colgada de los árboles para poder verlas. El retiro de Minnig. El tan ansiado profesionalismo, la vuelta de históricas y los refuerzos de jerarquía, Bombonera vs River, goleada. Elecciones en Boca. Nueva CD que apuesta al proyecto de Meloni y compañía. Dejan todo igual y todo es controlado por el nuevo Consejo de fútbol. Invictas en el nuevo Torneo. Copa de Verano ganada ante River y la Copa de la Noche Alba en Chile ante el Colo Colo. El equipo era un relojito. Lesiones importantes. El Covid amenazando. Pandemia. Cuarentena total. Todas y todos adentro. Mucha incertidumbre entre que pasaba y que se hacía. Clasificación a la Copa Libertadores, y confirmación del nuevo Torneo Transición.

Como repasamos anteriormente el camino de Boca hacia su estrella 25 fue muy duro. Melo, el DT xeneize, un trabajador incansable, nunca bajó los brazos y eso lo transmitió a sus jugadoras. Más allá que siempre se trabajó de la misma manera hay algo que muchos notábamos y poco se hablaba: la mística Gladiadora. Crease o no, eso existió siempre. Por lo menos quien escribe lo notó siempre.

Faltaba el fuego sagrado. Y llegó, se notó. Le dieron jerarquía al equipo y además unieron a este grupo de jugadoras. Eligieron ponerse la de Boca y guiar a las que recién llegaban al club. Era lo que faltaba. Ellas que tienen sentido de pertenencia volvieron. Volvieron para ser campeonas.

Parte de la famosa «Camada 333» volvía a hacerse presente. Aquella camada de la que tanto se habla, donde eran todas figuras volvía a juntarse para sacar a Boca campeón.

Ellas son Andrea Ojeda, Fabiana Vallejos y Clarisa Huber. Ellas, que brillaron en los mejores equipos de Boca, volvieron porque querían que las Xeneizes volvieran a campeonar. También se sumó Elizabeth Villanueva no como jugadora, pero sí como parte de este cuerpo técnico. Y desde afuera las alentaba un pilar en este equipo que se encuentra en las últimas semanas de recuperación de su lesión en la rodilla. Ceci Ghigo que en aquella Camada era la chiquita. Se prometieron volver a estar juntas.

Fueron la amalgama que le faltaba a Boca. Complementaron al equipo que ya había armado Meloni. Además de guiar, fueron las mejores. Andre como goleadora, Fabi brindando el juego necesario y Clari dando el 100% de ella siempre.

Me pareció necesario hablar de estas jugadoras. Si bien como dije anteriormente fueron un equipo, estas tres jugadoras terminaron de completar lo que Meloni formó en su laboratorio. Todas fueron figuras que pudieron tener su minuto en cancha. Melo así lo dispuso, antes de cuartos de final todas las jugadoras disponibles habían jugado.

¿Cómo no emocionarte cuando este equipo salió a ganar el partido cual Gladiadoras en algún combate? Las caras de concentración. Todas luchando por lo mismo. No es que antes no quisieran ganar, pero algo faltaba. Quizás aquella mística que tanto se habla. Este equipo estaba hambriento de gloria. Y van por más. Este equipo está para mucho más.

Como bien dije en mi comentario al finalizar la transmisión del partido ante River:

¡Gracias por volver, Gladiadoras!

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