Tras sumar un nuevo triunfo como DT de las Gladiadoras al vencer por 4 a 0 de visitante a Estudiantes de LP, Florencia Quiñones habló con nosotros por Cadena Xeneize.
Quiño hoy dirigió su tercer partido. Ganó 3 de 3. Sus dirigidas hicieron 9 goles y no recibieron ninguno.
-¿Cómo ves al equipo de lo que recibiste a hoy?
Yo lo veo bien, y de a poquito van entendiendo lo que uno les pide. También llevo dos semanas de trabajo, y la verdad es que esto es largo. En dos semanas sí puede haber un cambio, pero me parece que vamos a ir afianzando el concepto que uno le quiere dejar pero más largo. Porque esto no esa fácil, así en un tiempo cambiar ciertas cosas que ellas por ahí ya tenían automatizadas. O que por ahí no tenían. Entonces, uno les va dando herramientas, y ellas después tienen total libertad para decidir. Uno trata de decirle «esto, esto y esto», pero las que deciden adentro de la cancha son ellas, de acuerdo a cómo se va plantando el rival y cómo se da la situación de juego.
-Pensábamos que quizás ibas a poder trabajar en el parate del Mundial y que se iba a notar bien, pero se nota un Boca como con el laboratorio de Melo, (Christian Meloni). ¿Va a existir el Laboratorio de Quiño?
Por ahí no, pero obviamente tengo la misma idea más o menos, por eso trabajé con él. Y cuando jugué también aprendí. Cuando lo tuve de técnico no solamente jugaba, sino que también aprendía y voy tomando conceptos de todos los técnicos que fui teniendo. Uno va jugando también de acuerdo a las jugadoras. Y hoy creo que tengo jugadoras para poder hacer un tipo de trabajo como ese. Va a tener cosas porque por algo trabajé con él y teníamos más o menos la misma idea. Después, nos podía gustar más una jugadora u otra, pero eso no cambia el funcionamiento en sí. Puede entrar una o la otra, pero la idea es más o menos la misma.
-Sos la primera mujer en dirigir a Boca después de Marce (Lesich), ¿qué significa ser mujer y tener hoy este lugar en Boca?
Hoy lo disfruto. Y creo que con el correr de los años nos fuimos ganando tanto ella cuando estuvo en la era amateur y demostró que estuvo a la altura porque le dio muchísimos títulos al club. Estoy orgullosa de ser la primera mujer después de ella. Y de alguna forma, después de su legado, que vuelva otra mujer me parece algo bueno y creo que con Luli (Manicler) podemos ocupar este cargo porque creo que tenemos esa capacidad. Nos preparamos para esto, después te puede salir bien o te puede salir mal, pero nos gusta trabajar el día a día. Después los partidos se dan como se tienen que dar, pero uno intenta dar lo mejor y trabajar cada día al 100% para después el fin de semana poder hacer un buen trabajo. Por ahora se está logrando y las cosas que vamos pidiendo se están viendo. Por ahí no las podemos sostener los 90 minutos, pero es difícil, y uno a veces está acostumbrado a ciertas cosas y a ciertos patrones de juego que por ahí los tiene que ir cambiando, pero con el tiempo me parece que los voy a modificar.
Con respecto a la posibilidad de trabajar con Elisabeth Minnig, exarquera de Boca como entrenadora de arqueras:
Ella está bien en su rol de madre. Con tantos años que le dedicó al fútbol, a veces uno se cansa y por ahí relajar está bueno. Yo sigo siendo una enferma de esto y no tengo vida, pero es algo que me apasiona, y la verdad es que estoy 24 horas en el club, pero porque me gusta. Ojalá que algún día venga a Buenos Aires.
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