Independiente: nuevo proyecto con buenas sensaciones

El análisis del rival de cuartos en la pluma de Macarena Jorge Caamaño, nuestra columnista invitada.

Las Diablas llegan nuevamente a cuartos de final, pero en un contexto y proceso distinto al del torneo anterior. Nuevo DT, nuevas jugadoras y un proceso que, a corto plazo, ha dado buenos resultados y sensaciones aunque estos se amesetaron. De cara al partido de cuartos de final contra Boca, ¿Cuáles fueron los puntos altos y bajos de Independiente?

El conjunto de Avellaneda terminó en 4ta. posición del grupo B, con 14 puntos conseguidos en 9 fechas. En lo que respecta a lo contractual, cabe destacar que de los 8 contratos estipulados por el convenio de AFA, debieron extenderse como mínimo a 12 jugadoras con contrato para disputar el torneo. Perlini y Gallo fueron las que pusieron la firma, siendo así 10 jugadoras y dos nombres más para llegar a las 12 que desde el club no fueron oficializados. De esta forma,  Independiente arrancó el torneo de Apertura de AFA con Pablo Goglino como flamante director técnico y varias incorporaciones que inmediatamente dieron buenos resultados. Uno de esos puntos altos fue Valentina Barroso, la oriunda de Colegiales de San Luis quien supo tener una aclimatación a una liga semiprofesional de excelente manera: debutó y convirtió. Fue clave en los partidos posteriores a la hora de buscar y convertir. De la misma forma, la otra 9 que aportó a este nuevo proyecto, fue Johana Barrera, la cordobesa e histórica del multicampeón Belgrano de Córdoba desembarcó en Avellaneda y se convirtió en una de las goleadoras rojas. No obstante, no sólo las refuerzos pisaron fuerte en Independiente, sino que hubo un gran crecimiento de jugadoras como Nazareth Dos Santos, Bianca Mihdi y la juvenil de reserva Naila Gallo que convirtió contra la UAI Urquiza en su debut en el primer plantel. Sin olvidar nombres de base como el de Melani Morán y Celeste Dos Santos, que tuvieron un muy buen torneo, sobre todo en sus asociaciones.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Más allá que el reciente proyecto dirigido por Goglino dio buenos resultados en el corto plazo en un grupo que se muestra íntegro, con niveles altos en lo individual, joven y con mucho potencial para crecer, hubo puntos bajos que terminó en una meseta en la última parte del torneo y determinó el presente de Independiente. Probablemente la lesión de Valentina Barroso fue clave en lo que venía siendo el gran desempeño de las Diablas. Pero antes, el equipo de Avellaneda ya acarreaba con la ausencia de una fija en el arco, ya que Florencia Mercau, tras 4 días de internación por problemas respiratorios, estuvo ausente bajo los tres palos por dos fechas. Luego, Laura Sampedro, referente y capitana de Independiente, tras su expulsión contra Rosario Central estuvo ausente contra Villa San Carlos más una sanción de 6 fechas sin capitanía.

Todos estos factores provocaron una meseta en el gran inicio y transcurso del equipo de Avellaneda, una debilidad en la fase final del torneo. No obstante, es un proyecto que ilusiona y que si se sigue consolidando puede tener un protagonismo de cara a lo que se viene. Desde la falta de dorsales en las camisetas a un plantel completo con contrato, hay que considerar que el crecimiento, desarrollo y consolidación de un equipo es un cúmulo de factores. El crecimiento y protagonismo también será producto de una presencia contractual desde la institución para poder tener todas las herramientas y ser protagonistas en todos los torneos.

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