Con seis triunfos al hilo las Gladiadoras siguen en la cima del torneo, pero en un torneo local que le queda tan cómodo nos surge la ansiedad de pensar en la competencia internacional.
El partido jugado frente a Newell’s Old Boys de Rosario en los papeles se planteaba como un partido bastante accesible para Boca.
Esto se observó más que nada en el primer tiempo, donde las rosarinas prácticamente no llegaron al arco custodiado por Laurina Oliveros y le cedieron casi todo el terreno a las Xeneizes para que avanzaran y se hicieran dueñas del encuentro,
Aunque Boca tuvo la tenencia del esférico en la primera mitad, no brilló como lo hizo en las primeras fechas.
Las Gladiadoras en muchos pasajes parecieron no estar al 100%, aunque es lógico considerando que con mucho menos pareciera alcanzar. No hubo un cambio de ritmo en el encuentro, las transiciones fueron lentas y hubo pocas llegadas, acostumbrados a lo que Boca ofrece en cada fecha.
Las jugadoras que estuvieron más en sintonía en el partido fueron Andrea Ojeda, para no perdonar en los momentos justos y precisos, y demostrando que a los treinta y nueve años está más vigente que nunca, como la goleadora, por el momento, del torneo con 9 tantos, jugadora que, a mi criterio, nunca puede estar en el banco y debe ser siempre titular.
Y por otro lado, tenemos a Laurina Oliveros que, aunque las rojinegras le llegaron pocas, pero punzantes veces, respondió con efectividad, demostrando por qué es la número uno del conjunto de La Ribera.
La falta de contundencia le pasó factura a Boca en el segundo tiempo y Newell’s aprovechó un pelota muerta en el área luego de un tiro de esquina. Pero al instante, gracias a la efectividad de Andrea Ojeda, que está siempre donde se la necesita, se volvió a poner a Boca arriba en el marcador para que las Gladiadoras se lleven la victoria.
A futuro, el equipo de Quiñones deberá solucionar un inconveniente que se le suele presentar a menudo, que es la necesidad de saltear líneas para poder llegar al área rival con mayor contundencia cuando se tiene en frente a un equipo más defensivo que ofensivo.
Aun así, sin tanto brillo y sin gustar demasiado, Boca sigue ganando: muchas veces más por individualidades y jerarquía de plantel que por juego de asociación.
Pero hay que tener en claro que lo que nunca se le puede reprochar a estas jugadoras es la actitud ante cualquier partido y más aún cuando tiene dificultades o el resultado es adverso.
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